"Qué es lo que hace que un adulto inteligente pueda apasionarse por las matemáticas hasta un grado de adicción difícil de imaginar y que otro, posiblemente tanto o más inteligente, vaya proclamando constantemente su repugnancia y su inutilidd para ellas?
Una pregunta tal vez más simple, por encontrarse al principio de la historia de cada individuo. De qué depende el hecho de que un niño que entra en una escuela llegue a encontrar fascinante el quehacer proprio de las matemáticas y otro en cambio se convierta en profundo aborrecedor de ellas para toda su vida?
Existen emociones en la matemática? Las actitudes señaladas anteriormente parecen apuntar que, al menos, existe un enorme caudal de afectividad en torno al quehacer matemático y que la toma de posición inicial respecto de la matemática, es capaz de generar actitudes que perduran toda la vida."
Una pregunta tal vez más simple, por encontrarse al principio de la historia de cada individuo. De qué depende el hecho de que un niño que entra en una escuela llegue a encontrar fascinante el quehacer proprio de las matemáticas y otro en cambio se convierta en profundo aborrecedor de ellas para toda su vida?
Existen emociones en la matemática? Las actitudes señaladas anteriormente parecen apuntar que, al menos, existe un enorme caudal de afectividad en torno al quehacer matemático y que la toma de posición inicial respecto de la matemática, es capaz de generar actitudes que perduran toda la vida."
Miguel de Guzmán, 2000